Este nuevo entorno ofrece nuevos desafíos y grandes oportunidades en el ámbito de la conectividad para contribuir a cerrar a corto o medio plazo la brecha digital.
La compañía ha acelerado los cambios que tenía previstos en el proceso de transformación para reorientar su negocio y que se recoge en el Plan Estratégico 2020-2025 aprobado en el segundo semestre del año.
Derivado de todo ello, y como consecuencia de la redefinición de las prioridades estratégicas, HISPASAT ha reajustado el valor de los activos satelitales asociados a la explotación de su negocio tradicional.
Como consecuencia del COVID-19 y del citado ajuste, el ejercicio se cierra con un resultado negativo. Esto representa un punto de transición desde donde se inicia una nueva etapa de transformación en donde acometerá sus nuevos proyectos a partir de un balance saneado y una , uno de los ratios más elevados de todo el sector satelital y en base a lo cual podemos afirmar que la compañía es resiliente, tiene bien definido su propósito y cuenta con las fortalezas suficientes para ganar el futuro.