El sector de las telecomunicaciones por satélite se encuentra inmerso en un proceso de transformación originado por los cambios en la demanda, la aparición de nuevas tecnologías disruptivas y el incremento de la competencia. En este entorno, la innovación tecnológica aparece como un factor clave para generar nuevas aplicaciones que fomenten la demanda de capacidad espacial y permitan obtener una ventaja competitiva.
Hispasat entiende la innovación como un proceso continuo y clave para la continuidad del negocio de la compañía en el futuro. Internamente, la innovación se entiende como un proceso transversal, en el que equipos de profesionales de diferentes áreas de la compañía participan en equipos multidisciplinares por proyecto, poniendo su know-how sobre satélites, redes de telecomunicaciones o aplicaciones al servicio de nuevos proyectos. Externamente, Hispasat colabora estrechamente con los principales fabricantes de satélites o equipos del sector, con operadores de telecomunicaciones o con centros de investigación de referencia como la UPM o el CTTC. Adicionalmente, Hispasat también participa habitualmente en consorcios que optan a proyectos de I+D+i de mayor envergadura financiados por iniciativas como la de Horizonte 2020.
A nivel temático, la compañía clasifica sus proyectos de innovación en dos grandes bloques:
Incluye todos aquellos proyectos orientados a producir innovaciones en servicios o aplicaciones prestados por satélite. En este ámbito se encuadran los proyectos relacionados con el mercado de vídeo (trabajos en torno a 4K y HDR, por ejemplo), de movilidad (alta velocidad en trenes) o de telecomunicaciones (participación en proyectos de I+D relacionados con el papel del satélite en el 5G).
Esta área engloba aquellos proyectos más relacionados con la infraestructura, espacial y terrena, que Hispasat utiliza para prestar sus servicios de conectividad. En este caso encontramos proyectos de innovación en satélites GEO (como las novedades incluidas en el H36W-1), proyectos de I+D relacionados con otras infraestructuras (como nuevos tipos de satélites o HAPS-High Altitude Pseudo Satellites) o innovación en la tecnología de antenas (PHASOR o hiSky).